Animarse a volar

Por más que no haya intentado aún todas las maneras posibles de continuar, es momento de desplegar las alas y animarse buscar un horizonte distinto.

Es hora de dejar atrás los estúpidos caprichos, las cosas que no tienen ya razón de ser y animarse a conocer otros aspectos de la vida. Dejar de intentar ser importante para quien no lo ve, y seguir con las que si tienden su mano para el primer empujón hacia arriba.

Aún duele la sorpresa de encontrar una realidad que el pasado no pintaba así, aún duele saber que todo lo que se imaginaba para hoy, el ayer se encargó de desvanecerlo de a poco.

Recordar qué importante fueron los días anteriores para saber que vendrían días en los que ni el recuerdo sabe que existís. Darse cuenta que solo fue un mero capricho y que todo tenía que volver a ser como antes de llegar.

Todo lo que se movió de lugar, ahora vuelve a ser normal. Hasta parece que con más emoción. Todo lo que conocí ahora se vuelve desconocido y todos a cuantos tuve en algún momento ahora están perdidos en mi.

Cada quien busca su lugar y comprendo que aquellos han encontrado otra vez a los suyos. Ahora solo sobra animarse a volar sin quedarse atrás esperando a que vuelvan para partir juntos como era lo planeado.

Aún estoy aprendiendo a volar, y no descarto a quienes lo están haciendo a la par. Algunos solos y otros al lado dando fuerzas para sin descansar continuar.